El trabajo es uno de los espacios donde más tiempo pasamos en nuestro día a día y, por lo tanto, suele ser uno de nuestros lugares de socialización más importantes. 

Las relaciones laborales pueden ser particularmente complejas, puesto que pueden estar rodeadas de las exigencias y estrés típico del trabajo.  

Debes saber que es normal tener problemas en el trabajo, lo importante es tratar de abordarlos de manera correcta. En el siguiente artículo te contamos sobre qué son los conflictos laborales, algunos ejemplos de los más comunes, además de distintas formas para tratar de resolverlos. 

 

¿Qué son los conflictos laborales? 

Un conflicto podría ser definido como una situación en la que dos o más personas poseen una discrepancia producto de opiniones o intereses que son opuestos o contradictorios entre sí. Por otra parte, un conflicto laboral ocurre cuando esta situación de discrepancia sucede dentro del lugar de trabajo. 

Que ocurra un conflicto laboral puede ser particularmente complejo, porque puede terminar afectando no solo a las personas directamente involucradas, sino que también afectar a todo un equipo. Algunas de las consecuencias de un conflicto laboral pueden ser

Para evitar los conflictos laborales debemos tratar de comprenderlos. Te compartimos algunas de las causas más comunes que pueden dar origen a un conflicto en tu lugar de trabajo.

 

Causas más comunes de los conflictos laborales 

Considerando todo el tiempo que pasamos en nuestros espacios de trabajo, además de la complejidad de las relaciones que allí se desarrollan, un conflicto laboral puede tener su origen de demasiadas formas distintas:

 

Mala comunicación en el equipo de trabajo 

La comunicación es la base de cualquier tipo de relación. Saber con claridad las opiniones, expectativas y dificultades de tu equipo de trabajo trae grandes beneficios a una organización. 

Sin ir más lejos, con buena comunicación se disminuye la rotación de personal en un 87%, y se puede hasta triplicar la productividad de una empresa. 

Por otro lado, una mala comunicación facilita situaciones de disputa entre compañeros de trabajo: conflictos de intereses, mala entrega de información y, en el peor de los casos, chismes y rumores. 

 

Objetivos y visiones distintas 

Los equipos de trabajo pueden tener distintos objetivos para su empresa, y, si bien lo ideal es que todas las personas de un equipo apunten a la misma meta, puede ocurrir que encontremos visiones distintas entre colaboradores

En este caso, es posible que se tomen acciones que apunten a metas distintas, lo que no es necesariamente malo, pero puede generar un grado de insatisfacción y malestar por creer que no se está poniendo el foco en el lugar correcto. 

 

Competitividad tóxica 

La competitividad laboral no siempre es un problema, a veces puede impulsarnos a mejorar, perfeccionarnos y a ser más proactivos. Sin embargo, puede ocurrir que llegue a niveles no sanos, en los que la competitividad no signifique solo nuestro éxito, sino también buscar el fracaso de alguien más. 

De momento que la competitividad hace que busques perjudicar a otra persona, o que afecte algunos valores como la honestidad o el respeto, estamos frente a una competitividad tóxica, que probablemente pueda traer problemas laborales.  

 

Insatisfacción o estrés 

La insatisfacción laboral es un sentimiento negativo que alguien puede sentir respecto a su puesto o situación de trabajo. Puede estar causada por malas condiciones laborales (exceso de trabajo y burnout), pocas oportunidades de desarrollo profesional, o desconformidad con su remuneración. 

Alguien con insatisfacción puede generar importantes problemas en su equipo, debido a bajas en la productividad, interrupciones del flujo normal de trabajo, e incluso absentismo laboral.  

 


Prevención y manejo de conflictos laborales 

Luego de que se pueda identificar un conflicto laboral y, ojalá, también su origen, el siguiente paso es abordarlo. De nada nos sirve reconocer que existe un problema si no hacemos nada para solucionarlo

Te compartimos algunos de los métodos que puedes implementar en tu organización para buscar solucionar algunos conflictos laborales

 

Mediación 

La mediación consiste en un método de solución de conflictos en el que las personas involucradas acuden donde un tercero imparcial, quien debe actuar como un facilitador de la comunicación entre las partes enfrentadas. 

Puede realizarse internamente en una organización, pidiéndole a alguien del equipo de trabajo que realice la labor de mediador. O bien, para situaciones más complejas, organismos públicos como la Dirección del Trabajo, ofrecen servicios voluntarios de mediación laboral 

 

Espacios en retrospectivas 

Una retrospectiva es un tipo de reunión que realizan los equipos de trabajo en el contexto de las metodologías ágiles, la que tiene como fin analizar un periodo de trabajo del equipo

Este tipo de reunión es un excelente espacio para discutir sobre lo que salió bien y mal durante un tiempo, lo que incluye conversar sobre posibles conflictos entre algunos colaboradores. 

El hecho de conversar en equipo, y en una instancia especialmente diseñada para la colaboración, da un gran espacio para solucionar conjuntamente los conflictos. 

 

Negociación 

La negociación es un mecanismo de resolución de conflictos laborales que se aplica principalmente cuando existen conflictos que involucran cargos distintos dentro de una organización. Puede ser realizada de forma individual o colectiva

Su objetivo es sostener conversaciones, que involucren nuevos acuerdos, y que lleven a cambios en las condiciones de trabajo de los colaboradores. 

 

Cómo prevenir los conflictos laborales 

Si bien los conflictos laborales son parte normal del trabajo, existen algunas medidas que puedes tomar durante el día a día para evitar los ambientes que propicien este tipo de situaciones: 

 

Anticipar la posibilidad de conflictos 

Al momento de crear un equipo de trabajo es muy útil que pensemos desde un primer momento en las distintas situaciones que podrían llegar a generar conflicto.

Es normal que algunas veces las dinámicas de trabajo provoquen roces, lo que no es normal es que pasen a discusiones o rencores prolongados. Es ideal identificar las posibilidades de conflicto desde el comienzo, pues así también pueden generar acuerdos para evitar o solucionar estas situaciones

Por ejemplo, preguntarse: ¿cómo nos comunicamos entre nosotros?, ¿cuáles son las responsabilidades de cada miembro del equipo?, ¿tenemos instancias para solución de conflictos? Pueden marcar la diferencia entre una conversación y un conflicto. 

Por otra parte, estos acuerdos deben ser conocidos por todos los miembros del equipo, así como también ser repasados en instancias como las retrospectivas. 

 

Confianza dentro del equipo de trabajo 

La comunicación es una habilidad fundamental para tu espacio de trabajo, permite que los colaboradores se entiendan entre ellos, aclarando así las expectativas y dificultades que cada uno pueda estar experimentando. 

Es importante que siempre se busque tener un ambiente de confianza dentro de la organización, lo que incentive a tus colaboradores a hablar abiertamente sobre las distintas situaciones que puedan influir en el trabajo.  

 

El liderazgo en los conflictos laborales 

El liderazgo desempeña un papel fundamental en la gestión de los conflictos laborales. Un líder no es solo responsable de gestionar los objetivos y buscar alcanzar las metas, sino que también debe poder actuar como un mediador entre colaboradores cuando existan situaciones de conflicto. 

Si quieres leer más sobre cómo un liderazgo debe afectar positivamente a las relaciones interpersonales, te invitamos a leer nuestra nota: ¿Cómo implementar un liderazgo estratégico? 

 

Mantener un ambiente laboral saludable 

Si buscas evitar conflictos laborales es crucial mantener un entorno de trabajo saludable Esto significa considerar la salud mental, el manejo de estrés y la carga laboral de tus colaboradores. 

Con un ambiente laboral saludable tendrás colaboradores más contentos, lo que se traduce en poder reducir las probabilidades de situaciones que generen un conflicto.  

Una forma de contribuir con un ambiente laboral saludable es entregando seguridad y protección a tu equipo de trabajo. Una excelente forma de hacerlo es mediante un Seguro Colectivo, que permite a tus colaboradores y a sus familias reembolsar algunos de los gastos médicos que realicen. 

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